Retirada de amianto

Retirada de amianto: requisitos legales y cómo actuar

En Asturias, contar con especialistas en la retirada de amianto y en trabajos verticales en Asturias es fundamental para garantizar que los procesos se realizan conforme a la normativa y de manera completamente segura. Cada vez más propietarios de viviendas, comunidades y empresas se encuentran con materiales antiguos que contienen amianto y necesitan saber qué pasos legales seguir para retirarlos sin poner en riesgo la salud ni exponerse a sanciones.

Imagina que tienes una cubierta de fibrocemento (uralita) en una nave o edificio que no parece estar en malas condiciones… ¿es necesario retirarla ya? Esa pregunta genera dudas porque el proceso conlleva precauciones estrictas, implicaciones legales y una práctica profesional rigurosa. Aquí encontrarás una guía detallada para comprender cuándo es obligatorio actuar, quién puede hacerlo legalmente y cómo garantizar un desamiantado seguro cumpliendo toda la normativa vigente.

Requisitos legales para la retirada de amianto

En España, el uso del amianto fue totalmente prohibido en 2002. Desde entonces, cualquier producto que lo contenga no puede fabricarse, comercializarse ni utilizarse. Aun así, miles de edificios y naves industriales construidas entre los años 60 y 80 siguen teniendo cubiertas, bajantes y depósitos de fibrocemento con amianto en su composición.

El marco legal principal es el Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo, que establece las medidas mínimas de seguridad y salud para trabajos con riesgo de exposición al amianto. Obliga a elaborar un plan de trabajo aprobado por la autoridad laboral, detallar las fases de actuación, definir los equipos de protección necesarios y garantizar la formación y control médico de los trabajadores.

A esto se suma la Ley 7/2022, de 8 de abril, que establece que los ayuntamientos deben realizar un censo de los edificios e infraestructuras con amianto y fija 2028 como fecha límite para su retirada en el ámbito público. Aunque esta obligación afecta a administraciones, también sirve como referencia para propietarios privados, que cada vez más se adelantan al cumplimiento de estas medidas para evitar riesgos y sanciones.

Quién puede realizar un desamiantado seguro

No cualquier empresa puede manipular amianto. Solo aquellas inscritas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) están autorizadas legalmente para ejecutar este tipo de trabajos. Esto garantiza que cuentan con personal formado, procedimientos de seguridad homologados y los equipos adecuados para minimizar la exposición a las fibras.

Un ejemplo es Acrobacias Verticales, registrada en RERA, especializada en la retirada de amianto y con amplia experiencia en Asturias. Su equipo desarrolla planes específicos para cada caso, cumpliendo la normativa y ofreciendo soluciones adaptadas tanto para entornos industriales como para comunidades de vecinos.

Las empresas autorizadas elaboran un plan que incluye la descripción del material, su estado, la técnica de retirada, los procedimientos de descontaminación y los métodos de eliminación final en vertederos autorizados. Además, los trabajadores reciben formación homologada y se someten a reconocimientos médicos periódicos que garantizan su aptitud para este tipo de tareas.

Cuándo es obligatorio retirar amianto

La retirada de amianto no siempre es inmediata. Si el material está en buen estado y no se manipula, puede mantenerse bajo control mediante revisiones periódicas. Sin embargo, la retirada pasa a ser obligatoria en los siguientes casos:

  • Cuando el material ha llegado al final de su vida útil (normalmente entre 25 y 35 años) o presenta deterioro visible.
  • Si se van a realizar obras de rehabilitación o demolición que puedan liberar fibras al aire.
  • En caso de roturas, grietas o filtraciones que incrementen el riesgo de exposición.

Estos supuestos exigen actuar de inmediato y siempre a través de una empresa homologada. Intentar manipular el amianto por cuenta propia no solo pone en riesgo la salud, sino que también puede acarrear sanciones económicas importantes, que en algunos casos superan los 100.000 euros.

Cómo actuar paso a paso y garantizar la seguridad

El primer paso consiste en contactar con una empresa especializada y registrada en RERA para que realice una evaluación inicial. Este diagnóstico determinará el estado del material, su peligrosidad y la estrategia más adecuada para retirarlo sin riesgos.

Una vez definida la situación, se redacta el plan de trabajo, documento clave que debe aprobar la autoridad laboral. En él se describe el procedimiento de retirada, las medidas preventivas, el equipo de protección individual (EPI) que se utilizará, el perímetro de seguridad y los sistemas de descontaminación para trabajadores y residuos.

Durante la ejecución, la zona se aísla y se evita la dispersión de fibras mediante métodos húmedos o sistemas de aspiración con filtros HEPA. El material retirado se embala, etiqueta y transporta en vehículos autorizados hasta un vertedero homologado, donde se gestiona como residuo peligroso. Finalizada la retirada, se realizan controles ambientales para garantizar que no quedan fibras en suspensión en el área.

Beneficios de un desamiantado seguro

Optar por una retirada profesional y ajustada a la normativa no solo asegura la protección de la salud de quienes habitan o trabajan en el inmueble, sino que también previene sanciones y facilita la revalorización de la propiedad. Además, muchas comunidades autónomas están impulsando ayudas y subvenciones para financiar parcial o totalmente este tipo de actuaciones, especialmente en viviendas y entornos industriales.

Qué hacer si detectas amianto y buscas actuar con seguridad

Si detectas cubiertas o bajantes con aspecto de fibrocemento y sospechas que pueden contener amianto, lo recomendable es no manipularlos y contactar con profesionales en desamiantado. Empresas especializadas en la retirada de amianto, como Acrobacias Verticales, ofrecen un servicio completo en Asturias, desde la inspección inicial hasta la gestión de residuos en vertederos autorizados.

Actuar conforme a la normativa no es solo una obligación legal: es una inversión en tranquilidad y seguridad a largo plazo. Garantiza que el proceso se realiza sin riesgos para las personas y evita que el amianto continúe siendo una amenaza invisible en tu entorno.

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